Conducido por Jacques Laffite, el coche ganó las dos primeras carreras de la temporada 1979 y puntuó con gran constancia. Muchos pensaron que sería el campeón… hasta que Ferrari presentó su 312T4. Aún así, la batalla de los Ligier quedó en el recuerdo de la temporada, y Patrick Depailler ganó aún una carrera más, en España. El equipo finalmente terminó tercero detrás de Ferrari y Williams en el campeonato de constructores. Depailler se lesionó a mitad de la temporada, debido a un accidente producido cuando volaba en ala delta, y fue sustituido por Jacky Ickx, que luchó para mantener el ritmo de su compañero de equipo, pero lo abandonó al final de la temporada, tras haber anotado sólo un puñado de puntos.
DEPAILLER A BORDO DEL JS 11
Para 1980, el JS11 se actualizó con mejoras aerodinámicas y un mejor efecto suelo. La variante del monoplaza se bautizó como Ligier JS11/15. El equipo fichó a Didier Pironi para sustituir a Depailler. Una vez más, el coche fue rápido y competitivo, pero el Brabham BT49 y el Williams FW07 demostraron ser los coches a batir, con Alan Jones logrando el campeonato mundial. Aun así, el equipo anotó dos victorias, y sin duda habría tenido más, pero para la suspensión y los neumáticos causaron varios fiascos a mitad de temporada. El coche producía tanta potencia descendente que la suspensión sufría excesivas cargas, y tendía a fracturarse con relativa facilidad. El problema con los neumáticos se debía a la enorme presión ejercida por los brazos de las suspensiones y por el efecto suelo, lo que repercutía a su vez en la eficacia de los frenos. Todo ello costó a Ligier la oportunidad de luchar con Williams y Brabham por ambos títulos.
imagen del coche real