miércoles, 12 de noviembre de 2014

BUGGYRAN MK 002/B
  • El puesto de conducción... Está allá arriba, pero es realmente cómodo y está muy bien diseñado.
  • El cambio y pedalier. Hemos dejado para este apartado la caja de cambios porque es una de las rarezas más importantes del camión o prototipo. El cambio es semiautomático con mando secuencial. No hay pedal de embrague -es un convertidor de par-, y la barra de dirección separa por la mitad los pedales del acelerador y el freno, de modo que se pilota como un kart, con el pie derecho se acelera y con el izquierdo se frena.
  • Son cinco marchas gobernadas desde un pequeño pomo a modo de joystick ubicado sobre el cuadro de mandos bien pegado al volante. Su manejo es una delicia, por suavidad y precisión, y las marchas se suceden a gran velocidad y sin fallos. Para empezar a andar hay que ubicar un selector - justo debajo el pomo- en la posición automático para que la caja nos dé la primera, y una vez en marcha lo pasamos al modo manual. Si tenemos en cuenta que al ralentí, el motor está casi en las 1.000 rpm, que el momento de par está en 2.400 rpm y que el corte de inyección se produce a 2.800 rpm… nos podemos hacer una idea de la rapidez con la que se suceden los cambios de marcha cuando aplastamos el pedal del acelerador, así como el escaso margen de utilización.
  • Un ejemplo; entre final de recta y el codo previo a Le Mans se meten las cinco marchas y se llega a los 160 km/h de velocidad máxima… pidiendo paso... Son cinco toneladas, pero hace el 0 a 100 km/h en cuatro segundos... y el 0 a 160 km/h en poco más. Muy impresionante.
  • Desde el volante se controlan multitud de funciones, y desde el habitáculo se modifica la barra estabilizadora trasera.

La Técnica: 200 o 400 litros para cada 100 km. ¿Eficiencia?
El Buggÿra es cosa de los checos dirigidos por Martin Koloc, como lo es la preparación, mantenimiento y evolución, pero en la puesta a punto y la optimización de recursos colabora Piedrafita Sport, que tiene destacado en el certamen a uno de sus ingenieros, Justo Álvarez, que nos explica parte de su trabajo y algunas curiosidades. “Dedicamos mucho tiempo a conseguir la información de la vuelta rápida en cada trazado, y lo hacemos intercambiando datos entre los ingenieros de los distintos equipos Buggÿra. Con la telemetría sabemos qué piloto hace mejor tiempo en una u otra zona, sabemos lo que hace al volante e informamos al piloto que pierde tiempo para que pueda ganarlo”.
“Antes de esto debemos conseguir la mejor puesta a punto para cada circuito. El trabajo comienza con la alineación del camión, las cotas, dureza de muelles y amortiguadores. Debido a que trabajamos con ejes rígidos, la organización limita las caídas a un grado en negativo, y en este momento estamos trabajando con el torneado de los neumáticos para conseguir caídas reales próximas a los cuatro grados. Los neumáticos son GoodYear, aunque los suministra Ferima, que antes se encargaba del recauchutado. Los neumáticos sufren mucho en las carreras, en especial los delanteros, que soportan todo el peso en las frenadas. Otro apartado a tener en cuenta es el reparto de pesos, el objetivo, con motor central delantero es acercarnos al 50 por ciento entre ejes, pero estamos en un 47/53”.
Además, debemos buscar una puesta a punto de peso lo más estable posible, porque las carreras son tan duras que todo cambia en pocas vueltas. Hay que tener en cuenta que el camión sale a pista con dos depósitos de agua ubicados sobre el tren trasero con un total de 250 litros para la refrigeración de los frenos -en caso de necesidad puede llegar a 310 litros-, agua que se vaporiza sobre los discos de freno con el objetivo de mantenerlos a 300 grados de temperatura, de lo contrario se rompen y los resultados no son nada agradables ni para el piloto ni para el camión. Si esta temperatura asciende en uno u otro freno todo el equilibrio de frenada y comportamiento del camión varía. Además de los mencionados 250 kilos, que se desvanecen en carrera, hay que añadir otros 85 litros de combustible, pues el camión, en condiciones normales gasta 200 litros cada 100 km, y en el supuesto de que se mantuviera la velocidad máxima sin alcanzar el corte de inyección, por ejemplo, a 158 km/h, el gasto de combustible alcanzaría los ¡400 litros de media!”
Este modelo esta realizado por fly con la referencia gb08050 es un modelo aligerado con corona de transmision modificada y motor fly racing con tematica de tela de araña .Este camion esta destinado para la competicion ya que viene casi preparado para poner en pista su longitud es de 159 mm,en pista va genial y la decoracion es espectacular.

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